
26 de noviembre, 2020
Hace poco más de una década, allá por el año 2010, se implementó en España el sistema de créditos ECTS. El Plan Bolonia supuso un cambio organizativo en todas las universidades del país que sigue siendo norma a día de hoy. Tal y como pasó con el nacimiento del euro y la desaparición paulatina de las divisas local.
Fruto de esto el Plan Bolonia supuso eliminar las diferencias en los criterios educativos de los centros de enseñanza europea para tener un marco común que fomentara la colaboración entre universidades y la movilidad de profesorado y estudiantes.
Se pudo conseguir así una homogeneidad muy beneficiosa para toda la comunidad educativa continental que se articuló en cinco premisas:
En este artículo nos centraremos en esclarecer qué son los créditos ECTS para resolver las dudas que puedan surgir entre estudiantes y graduados.
ECTS es un acrónimo que corresponde con las siglas de European Credit Transfer System (Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos). El ECTS se trata de una herramienta del Espacio Europeo de Educación Superior diseñada a priori para facilitar la movilidad entre universidades europeas propuesta por las Becas Erasmus.
Gracias al sistema ECTS, los estudiantes que cursaron parcialmente estudios en el extranjero podían convalidarlos fácilmente a su vuelta a España sin tener que duplicar asignaturas. Pronto, las ventajas que proponía el ECTS frente al antiguo sistema puso en valor sus características más allá de la utilidad primaria de facilitar las Becas Erasmus, extendiendo su uso a la mayoría de los centros de enseñanza superiores del espacio europeo.
El ECTS sirve fundamentalmente para medir y comparar los logros de los alumnos durante su recorrido universitario. Como hemos remarcado anteriormente, facilita enormemente la movilidad de estudiantes de una institución universitaria a otra pero no se queda ahí. Gracias a este sistema de reconocimiento universitario europeo, se fomenta la homogeneidad curricular de las titulaciones superiores independientemente del centro o centros elegidos para seguirlo.
Ya sabemos qué supone el sistema ECTS pero ¿Qué son los créditos ECTS? Bien, los créditos ECTS representan, en forma de un valor numérico, la carga de trabajo que el estudiante matriculado en enseñanzas superiores debe realizar para superar satisfactoriamente cada una de las asignaturas del curso académico.
En resumidas cuentas, los créditos ECTS se refieren al volumen total de trabajo requerido al estudiante para poder aprobar una asignatura. Es una suma de las clases presenciales, trabajos prácticos, ponencias, ejercicios y tareas, trabajo de campo y tiempo de estudio, incluyendo además los exámenes y pruebas de evaluación propuestas por el equipo docente.
Así pues, los créditos ECTS se basan en el total de trabajo que ha sido realizado por el estudiante, sin limitarse de manera exclusiva a las horas de asistencia obligatoria en el aula. Tienen mucho valor y suponen un coste económico que puede ser aliviado accediendo a alguna de las becas Cesur que se ajuste a tus objetivos.
Se asignan créditos ECTS a todas las asignaturas superadas, así como a los trabajos prácticos, proyectos de final de estudios y periodos de prácticas en empresas con el objetivo de que todo el trabajo realizado por el estudiante sea objeto de una evaluación.
Las ventajas que el sistema de créditos ECTS aporta a los estudiantes universitarios españoles son múltiples, entre las que destacan:
Tenemos claro que el alumno tiene que ir aprobando asignaturas hasta lograr el número necesario de créditos ECTS estipulados para obtener una titulación superior. Pero, ¿sabes cuántas horas son un crédito ECTS? Vamos a calcularlo.
Debemos partir de la base de que en el marco del sistema de créditos ECTS, 60 créditos representan el volumen de trabajo de un año académico completo, estimado en 1500 horas de trabajo del alumno. Se entiende, por tanto, que 1 ECTS corresponde a 25 horas de trabajo. Las asignaturas pueden variar de créditos según su peso dentro del programa, siendo en su mayoría 6 ECTS.
La distribución de créditos entre asignaturas tiene que ser coherente con su carga de trabajo. Las universidades tienen la flexibilidad suficiente como para incluir en sus programas académicos más o menos horas de clases presenciales, en relación inversamente proporcional al trabajo autónomo requerido al estudiante. A mayor número de horas lectivas obligatorias, menor número de horas de estudio y realización de ejercicios individuales.
No cabe duda de que las aportaciones de los créditos ECTS al sistema educativo son múltiples, por lo que trataremos de integrarlos en lo que entendemos son sus cuatro principales funciones:
En las universidades españolas, como en la mayoría de centros de enseñanza superior europeos, un curso completo de estudio o trabajo corresponden a 60 créditos ECTS. Como costumbre extendida en España un crédito ECTS equivale a unas 10 horas de clase lectiva con el profesor, otras 10 horas de estudio fuera del aula y otras 5 horas de ejercicios y evaluaciones.
Las titulaciones de enseñanza superior en España se cuantifican de la siguiente manera:
El sistema europeo estandarizado de créditos ECTS garantiza la organización de programas coherentes en cuanto al volumen de trabajo a lo largo del programa de estudios. Si bien es cierto, dependiendo del país, la medida de un crédito ECTS puede variar, moviéndose en una horquilla de 25 a 30 horas de trabajo requerido al estudiante.
España, junto a Italia y Austria se encuentran entre los países que otorgan una duración de 25 horas al crédito ECTS. Finlandia está un escalón por encima, entendiendo el crédito ECTS como 27 horas de estudio. En Portugal y Países Bajos la medida del crédito ECTS equivale a 28 horas de estudio. Los países más exigentes en este sentido son Alemania, Bélgica, Rumania y Hungría, donde un crédito ECTS supone 30 horas de trabajo.
Cada año pasan miles de alumnos y alumnas por las aulas de los Centros de Formación Profesional de Cesur.